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miércoles, 12 de diciembre de 2012

A una manta perdida (pero no olvidada)

Esta noche me quiero sacar una espinita que tengo hace mucho mucho tiempo, y aprovechando la tecnología y el nuevo blog, voy a echarla al aire.

Hace  un poquito más de 15 años empecé con el punto de cruz, en mi casa había alguna revista antigua, de las que mi madre tenía de cuando era pequeña y hacía labores en el colegio, yo las miraba pero nunca me dió por intentarlo hasta que mi hermana nos anunció que iba a nacer mi sobrina. No sé por qué, días después de la noticia pasé por la librería vi una revista de punto de cruz con una labor que me pareció muy simpática, y empecé a idear mi regalo de bienvenida. Compré una mantita, de las típicas de cochecito, rosa con cuadros, compré hilos, por supuesto la revista, mi madre me dió unas clases practicando con unas pequeñas labores, y me lancé a la piscina. Era un bordado bastante grande para mi, que nunca había hecho nada parecido pero ni me lo pensé,  y ahí descubrí lo que es convertirse en puntocrucera-adicta.... bordando todo el día, noches hasta la madrugada en que te pican los ojos y casi ni ves, pero aún asi te dices " un poquito más", haces, deshaces, arreglas, ves como va tomando forma tu regalo, metes horas de trabajo, ilusión y mucho mucho mucho amor para esa nueva personita que no ha nacido pero ya la quieres muchísimo. Llega el día, haces el regalo y por supuesto aunque ella no se entera, llevas la manta en el cochecito con todo el orgullo del mundo y duró,  3 meses. Al terminar una Cabalgata de Reyes, mi hermana vino a casa con un disgusto grande, había perdido la manta, la había estado buscando por todas partes, preguntó en los comercios que estaban abiertos por si algún alma "caritativa" la había dejado allí, volvió a preguntar dos días después, nada, no apareció, nunca más se supo y yo me quede muy sorpendida, soy una persona que, pocas veces me he encontrado algo que no era mio, pero nunca se me ha ocurrido llevármelo a mi casa, como digo, no es mio, pero que se encontrasen y se llevasen algo que salta a la vista que es de un bebé, me pareció increíble. Por supuesto, volví a bordar otra, con otro motivo pero,  la primera manta hay en ciertos momentos que me vuelve a la memoria, y lo que espero es que esa persona que se la llevó haya sabido valorar: la ilusión, el tiempo, el trabajo y todo el cariño y amor que había en esa simple manta, que no llegase a casa y simplemente dijese "mira lo que he encontado y he dicho para mi", que esa persona no sólo estuviese orgullosa de tal "hazaña", porque a fin de cuentas se llevó algo de un bebé, que creo que no hay nada más fácil ni más triste.

Fin


3 comentarios:

  1. Que pena! Porque es algo que más que el valor material, tiene un valor sentimental, que claro està que no tiene para el que la encuentra.
    Aún así espero que quien la encontró la diese un buen uso y la supiese valorar.
    Besitos.

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  2. Me quedo de seguidora en tu bello blog. Besos. asunysuscosas.blogspot.com.es

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  3. Gracias Asun por tu comentario y por quedarte.

    Gracias Ana

    Besos

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